El SARS-CoV-2, originado en la ciudad china de Wuhan (Hubei), lleva un año poniendo en jaque a las sociedades, sistemas sanitarios, economías y tejido empresarial de todo el mundo. La carrera para encontrar una vacuna contra este nuevo coronavirus se inició, prácticamente, desde el minuto 1 de su existencia.

Para ello, decenas de investigadores de todo el planeta aunaron esfuerzos para intentar frenar la veloz y letal expansión de la COVID-19, especialmente durante los meses de marzo y abril. Las multinacionales de la industria farmacéutica mostraron, desde un primer momento, su compromiso para disponer de una vacuna contra el COVID-19 en un plazo de entre 12 y 18 meses.

Estados Unidos fue uno de los primeros países en acelerar la investigación de la vacuna. Para ello, partía de una premisa: una tecnología denominada ARN mensajero (ARNm)
Estados Unidos fue uno de los primeros países en acelerar la investigación de la vacuna. Para ello, partía de una premisa: una tecnología denominada ARN mensajero (ARNm). Atendiendo a detalles concretos, este sistema copia el código genético del virus en vez de transmitir una versión atenuada de este. La vacuna, explicaban, consistiría en dos inyecciones aplicadas en el brazo del sujeto.

Tras la declaración del estado de alarma en España, Pedro Sánchez anunció que el Gobierno destinaría 30 millones de euros al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) para ayudar en proyectos que investiguen el desarrollo de una posible vacuna.

Cuando 2020 tocaba iba tocando a su fin, el ‘milagro de la ciencia’ se materializó: la Agencia Europa del Medicamento (EMA) daba luz verde a la comercialización de la primera vacuna frente a la COVID-19 en el continente: la preparación de Pfizer y BioNTech.

El 27 de diciembre de 2020 Araceli, una anciana residente en el Centro ‘Los Olmos’ de Guadalajara (Castilla-La Mancha) era la primera ciudadana de nuestro país en recibir la vacuna para prevenir la enfermedad. «A ver si conseguimos que el virus se vaya», expresaba entonces.

Fue el día de Reyes cuando el organismo europeo recomendaba la segunda vacuna, en este caso la de Moderna. No sería hasta un mes después cuando la EMA aprobase la tercera vacuna comercializada en la unión, la de AstraZeneca. A día de hoy, estos tres fabricantes son los encargados de inocular a la población.

Un año después de esta funesta historia, más de un millón y medio de personas han recibido la pauta completa en nuesro país, mientras que más de cinco millones han hecho lo propio con la primera dosis
No obstante, en las últimas horas, una cuarta vacuna ha sido aprobada: la de Janssen (Johnson & Johnson), la primera que se administra en monodosis. Las previsiones indican que será en el mes de abril cuando se empiece a administrar en España.

A día de hoy más de un millón y medio de personas han recibido la pauta completa en nuestro país, mientras que más de cinco millones han hecho lo propio con la primera dosis.
Fuente: consalud.es

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