Hace unos días, se conocía la triste noticia del fallecimiento de una mujer de 39 años tras someterse a un procedimiento de lipoescultura. ¿En qué consiste esta operación? ¿Qué riesgos entraña? Indagamos en ello.

La lipoescultura forma parte de los procedimientos de remodelación corporal. Se conoce con este nombre, así como liposucción, a la intervención quirúrgica con la que se remodela la silueta, redistribuyendo y extrayendo la grasa en zonas concretas o de forma generalizada.

Esta intervención forma parte de los programas de remodelación armónica, cuyo objetivo es el de remodelar los contornos. Pero evidentemente, como toda intervención invasiva, conlleva unos riesgos.

Entre los peligros de esta operación, están las reacciones propias a la anestesia, coagulación de la sangre, infecciones o pérdida de líquidos, mas allá de las cicatrices y otros problemas moderados referidos a pigmentación o insensibilidad en la piel.

Según el portavoz de la familia de la víctima, que falleció días después de someterse a este procedimiento en una clínica privada el pasado 2 de diciembre, el fallecimiento se produjo como consecuencia de las perforaciones y las lesiones que la paciente tenía en hígado, riñón, duodeno, colon e intestino. Tras la operación, fue necesario trasladarla a un hospital, donde entró con shock hipovolémico.

Tras varios días grave, la mujer finalmente falleció. Como consecuencia del trágico suceso, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), ha emitido un comunicado en el que lamentan lo sucedido y envían sus condolencias a sus familiares.

En el comunicado, motivados por la creciente alarma social sobre la seguridad en las intervenciones de cirugía estética, han querido reiterar su compromiso con la ética profesional y el ejercicio responsable de su especialidad, así como con la información veraz al paciente.

Matizan que, tal y como llevan reivindicando desde hace años, toda cirugía estética debe ser realizada exclusivamente por cirujanos plásticos y que los pacientes que quieran pueden comprobar la titulación de su cirujano a través del Colegio Médico de cada provincia, donde debe estar depositado el título del especialista ya que se trata de información de dominio público.

Desde la sociedad, quieren matizar el certificado de todos sus miembros como Especialistas en Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Y señalan esto porque, tal y como explican, la cirugía estética sólo está incluida en un título oficial de especialista, el mencionado anteriormente, obtenido tras la Licenciatura de Medicina y el examen de MIR, además de completar 5 años de residencia en uno de los servicios de Cirugía Plástica en los hospitales públicos españoles.

Y lanzan un consejo para todos aquellos que se planteen una intervención de este tipo: “que elijan siempre información seria y fidedigna”.

“Nuestras iniciativas para evitar que se puedan realizar actos propios de un médico especialista siendo solamente médico general son constantes en el tiempo. El Título de Especialista es el único que acredita la capacidad, es el título habilitante. Esto nos ha llevado a plantear iniciativas legislativas que se encuentran en curso en este momento y siempre en beneficio del paciente”, añaden.

Lamentablemente, según datos de la ASAPS (Asociación Americana de Cirujanos Plásticos en inglés), cada año se producen en torno a 20 muertes por cada 100.000 intervenciones como esta.
Fuente: secpre

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