El cuidado de la piel es necesario durante todos los días del año. No obstante, es necesario recalcar, que durante los meses de verano, necesitas un «extra» de hidratación y protección. Debes saber, que más allá de un alto riesgo de desarrollar un cáncer cutáneo (melanoma), un excesivo e incontrolado tiempo de radiación solar, provoca que la piel envejezca prematuramente, perdiendo su elasticidad y favoreciendo la aparición de arrugas. A corto plazo, una piel mal cuidada puede volverse seca, áspera, descamarse y adquirir una apariencia apergaminada o cuarteada. Esto se debe a la pérdida del factor hidratante que debe evitar la deshidratación de las células de las capas más profundas.

Cuidados externos de la piel
Evitar las dolencias descritas anteriormente, es muy sencillo. A continuación, te recomendamos 3 tips básicos para el cuidado externo de la piel en verano:

Hidrata tu piel a diario

Las duchas y el hecho de beber agua (2 litros a lo largo del día) pueden prevenir la deshidratación de la piel. Sin embargo es conveniente complementar estas medidas utilizando leches hidratantes después de cada ducha, siempre que se haya tomado el sol y antes de acostarse. No olvides las zonas más secas: talones, codos y rodillas.

Utiliza protección solar cada día

El protector solar debe ser tu imprescindible durante todo el verano. Recuerda aplicarte crema solar con alto factor de protección cada mañana, antes de salir de casa. Incluso, te aconsejamos que lleves en tu bolso/mochila un pequeño envase, como nuestra crema facial SPF50 Plus, por si necesitas reaplicar el producto a lo largo del día. Especialmente, si vas a estar expuest@ al sol de forma directa más de 80 minutos.

Evita la exposición solar durante las horas centrales del día

Como seguramente ya sabes, en las horas centrales del día (12-16h), los rayos nocivos del sol, inciden con mayor fuerza en nuestra piel. Es por esta razón, que además de recomendarte el uso de cremas solares de alto factor de protección solar (FPS), te aconsejamos, que evites en la medida de lo posible, la exposición directa al sol durante esta franja horaria.

Además de un FPS alto, la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), recomienda el uso de un protector solar de amplio espectro. Es decir, que proteja tu piel de la radiación UVA y UVB. La radiación UVA, es aquella que incide en la primera capa de nuestra dermis. La radiación UVB, sin embargo, penetra en las tres capas de la piel.

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