Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) cada año en España se diagnostican casi unos 80.000 casos de cáncer de piel en España. Un grupo de tumores en los que se congregan principalmente el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. Este último es el tipo de tumor dermatológico menos frecuente, con una supervivencia de un 90% a cinco años. Un porcentaje que es posible gracias a la detección precoz, sin ella la supervivencia de un tumor más avanzado es del 64%, en el caso de metastásico es del 23%, según datos de la Asociación Americana de Cáncer.

Las formas más comunes en las que se muestran estos cánceres son una úlcera que sangra o no sana tras varias semanas; manchas o protuberancia en la piel que cambia o se expande; un crecimiento parecido a una verruga; lunares nuevos, que cambian de tamaño, color o forma, o que tienen una forma extraña, bordes irregulares o partes de diferentes colores, y puede mostrarse como una mancha escamosa que podría sangrar o formar costra.
También hay otras formas dependiendo del tipo de cáncer. Algunos como el carcinoma de células basales aparecen con áreas planas, firmes, pálidas o amarillas además de manchas rojizas elevadas que pueden causar comezón.

Es importante acudir a la consulta cuando algo nos preocupe.Tras varias autoexploraciones el paciente conocerá mejor su piel, es por ello que si observa algo que le preocupe, especialmente si acaba de aparecer o ha cambiado recientemente, vaya a consulta médica. El doctor le realizará varias preguntas como si tiene dolor, cuándo apareció la marca, si tiene antecedentes o se ha expuesto a factores de riesgo como quemaduras por el sol o prácticas de bronceado. Si hay sospecha le derivará al dermatólogo que le realizará una serie de pruebas para discernir si se puede tratar de un cáncer.

Ante todo, es importante la autoexploración y la prevención. El uso de adecuado de fotoprotección, de sombreros, gorras o gafas de sol es una máxima necesaria para evitar un cáncer cada vez más frecuente. En 2021 se estima que murieron en España 1.056 personas por melanoma maligno de piel y 1.675 personas por otros tipos de tumores de piel y tejidos blandos según datos de la SEOM.

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