Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Secpre), los españoles realizan al mes más de 97.000 búsquedas en internet relacionadas con la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. De entre todas estas búsquedas, destacan las relacionadas con la cirugía de la nariz o rinoplastia (unas 6.600 mensuales). Y es que, según las estadísticas de la Secpre, la rinoplastia es una de las cinco intervenciones de cirugía plástica más realizadas en nuestro país. 

Una  de las consultas con más auge es la cirugía de la nariz. Un dato que podría estar relacionado con el aumento de los selfies . Las personas analizan al detalle su aspecto en ese tipo de fotos que, en ocasiones, no reflejan la realidad.

Por otro lado, para corregir pequeñas imperfecciones que pueden subsanarse sin cirugía, surge la llamada rinomodelación, que consiste en realizar pequeñas infiltraciones de ácido hialurónico de manera estratégica para, por ejemplo, elevar la punta de la nariz o disimular un tabique nasal pronunciado.

Asimismo, otras de las técnicas que han crecido con el uso de las redes sociales es la corrección de las llamadas orejas de soplillo, »aquellas que tienen una separación de más de dos centímetros de la cabeza y que las fotos, sobre todo frontales, acentúan este rasgo», señala el doctor.

Además, frente a la otoplastia tradicional, surge el EarFold. «Se trata de una cirugía mínimamente invasiva que se realiza tras adormecer la oreja con anestesia local y no dura más de quince minutos. Consiste en la aplicación de un implante realizado con una aleación metálica de nitinol (titanio y níquel) y bañado en oro de 24 quilates para reducir su visibilidad debajo de la piel. Se pueden poner de uno a dos implantes por oreja y la incisión se cierra con uno o dos puntos absorbibles», explica el doctor Juárez.

La rinoplastia es una de las cinco intervenciones de cirugía plástica más realizadas en nuestro país

Por otro lado,  una tendencia en medicina estética es el bótox, que se ha convertido en un clásico. En 2018, además, aumentarán los nuevos usos de la toxina botulínica.

La botulínica de tipo A actúa relajando la musculatura facial y eliminando las líneas de expresión del tercio superior del rostro.

Sin embargo, y para conseguir un resultado natural es muy importante que el bótox se emplee de manera controlada, sólo en las arrugas del entrecejo y de manera selectiva en las patas de gallo, porque son arrugas de expresión y no conviene eliminarlas del todo.

Estos nuevos usos llegan también a los rellenos. Sobre todo, al ácido hialurónico, uno de los más demandados. Empleado en forma de inyección, el ácido hialurónico sirve para rellenar arrugas y para corregir la falta de volumen producida por el paso del tiempo en determinadas zonas, como los ojos que en ocasiones parecen hundidos.

Y es que, el ácido hialurónico, sobre todo, y la grasa autóloga son dos de los rellenos más empleados para remodelar y dar volumen a los labios.

Por último,  el auge de las ‘mini cirugías’, realizadas en zonas tan específicas como los lóbulos de las orejas o la reducción de pezones. La última es una zona que suele aumentar el volumen con los embarazos y, ahora, quizá por las modas se está demandando mucho en cirugía.

 

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