Actualmente una de las cirugías estéticas más demandadas es el aumento de glúteos . La Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica Estética informó que solo en 2020, hubo 40.320 aumentos de glúteos, que incluyen tanto implantes como injertos de grasa. Según los datos de palabras clave de Google, se hicieron unas 200.000 búsquedas de levantamiento de glúteos brasileño (BBL) al mes entre enero y mayo de 2021.

Las encuestas de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (Isaps) también reflejan un aumento de las intervenciones que modelan los glúteos desde 2015. Es la cirugía plástica que más sube en el mundo, seguida de las operaciones para elevar los senos o las labioplastias, la remodelación de los genitales externos femeninos.

Sin embargo, también es una de las cirugías más mortíferas. Un informe de julio de 2017 de la Fundación para la Educación e Investigación de Cirugía Estética publicado en Aesthetic Surgery Journal señaló que uno o dos de cada 6000 operaciones estéticas de glúteos terminaron en fallecimiento, el índice de mortalidad más alto para cualquier cirugía estética. En 2018, la Asociación Británica de Cirugía Plástica y Estética aconsejó a los cirujanos del Reino Unido que dejaran de realizarla, aunque no pudieron prohibirla de manera tajante.

La razón por la que el procedimiento es tan peligroso es bastante sencilla. Los glúteos tienen una gran cantidad de vasos sanguíneos, algunos tan grandes como pajitas para bebidas. Estos se drenan en la vena cava inferior, que es una vía directa al corazón. En una operación de glúteos, la grasa se inyecta en la zona con una cánula o tubo metálico largo.

Pero puede ser difícil para los médicos saber con exactitud dónde están inyectando; a veces han inyectado por error la grasa en el músculo glúteo, o justo debajo de él. Entonces, la grasa puede viajar directo al corazón y a los pulmones, lo que obstruye el flujo sanguíneo y causa la muerte inmediata.

Entre las recomendaciones del Grupo de Trabajo para la Seguridad en el Injerto de Grasa Glútea se encuentran: que los médicos dejen de inyectar en el músculo y utilicen instrumentos más grandes. «Esas cánulas se doblan, y si lo hacen cuando las pones en la nalga, no tienes idea de dónde está la punta», dijo Luis Rios, cirujano plástico certificado en McAllen, Texas, y expresidente de la Fundación para la Educación e Investigación de Cirugía Estética, la división de investigación, educación y filantropía de la Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica Estética al ‘New York Times’.

Un estudio de seguimiento realizado en 2020 reveló que el 94 por ciento de los médicos conocen las recomendaciones. «Cuando se hace de la manera correcta y con cuidado, es seguro», dijo Steven Teitelbaum, cirujano plástico certificado de Santa Mónica, California, quien participó en la redacción de las directrices, pero no practica esa cirugía. «Conocemos a la perfección el mecanismo que puede provocar la muerte y sabemos cómo evitarlo. El cirujano solo tiene que mantener una gran atención y concentración».

Técnicas de aumento de glúteos
Hay dos procedimientos posibles para esta cirugía estética:

-Lipofilling de grasa. Se consigue el volumen en los glúteos con la grasa que se extrae del propio paciente mediante una liposucción.

-Prótesis de silicona. En este caso se introduce un implante en las nalgas para lograr el volumen deseado.

Aparte de estas dos posibilidades, hay que añadir una tercera que combina las dos anteriores, el lipofilling y el implante, para obtener una silueta más natural.
Fuente:abc

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