El mundo de las intervenciones estéticas se va abriendo cada vez más paso entre la población masculina. Según los datos más recientes de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora y Estética (SECPRE), la demanda de los hombres en este campo ya supone un 15%. Y dentro de los procedimientos preferidos por ellos, la estética facial cobra protagonismo, con la blefaroplastia ocupando el primer lugar y representando el 19,9% del total de las intervenciones.

El rejuvenecimiento y la mejora de la apariencia conforme van pasando los años se ha convertido en una de las razones principales a la hora de recurrir a la Medicina Estética. Ya sea entre la población masculina o femenina, los ojos son probablemente el área que mejor define la expresividad de las personas y, al mismo tiempo, una de las zonas que más refleja el paso del tiempo.

Con la edad, la piel del rostro va manifestando los pliegues en la piel, pero también las consecuencias de la pérdida del soporte óseo y de la grasa que le da forma. Además, a partir de los 30 años, los niveles de colágeno y elastina en los hombres van disminuyendo progresivamente haciendo que la piel pierda elasticidad y tersura. La exposición a los factores ambientales y el efecto de los radicales libres también van dejando huella en la dermis.

Los hombres disminuyen la síntesis de colágeno y elastina a partir de los 30 años, mientras que las mujeres lo hacen desde los 25
Poco a poco, va apareciendo la flacidez que, en la zona de los ojos, puede llegar a ser muy notoria, ya que la piel del contorno de ojos es la más fina y sensible de todo el cuerpo. Los párpados caídos y las bolsas marcadas son los problemas que más aparecen como resultado de este conjunto de causas.

La blefaroplastia es una de las soluciones más efectivas para tratar el envejecimiento en la zona de los ojos. También conocida como cirugía de párpados, es un procedimiento quirúrgico diseñado para rejuvenecer la apariencia de los párpados superiores e inferiores, eliminando el exceso de piel, grasa y músculo que pueden hacer que los ojos parezcan cansados, hinchados o caídos.

La blefaroplastia es una cirugía poco invasiva que tiene una duración de una hora y media, aproximadamente
La técnica se ha perfeccionado cada vez más y, actualmente, la blefaroplastia es una intervención rápida, ambulatoria, que ofrece muy buenos resultados. Su objetivo principal es el de eliminar el exceso de piel para limpiar la mirada, sin cambiar en ningún momento la forma natural del ojo. Sin embargo, tras la cirugía el ojo puede verse más grande y despejado, como síntoma del buscado rejuvenecimiento.

La recuperación después de una blefaroplastia varía según cada paciente, pero, en general, lo normal es demostrar algo de hinchazón y moretones en la zona durante los primeros días después de la cirugía. Se trata de un procedimiento poco invasivo y con un postoperatorio poco doloroso que enseguida permite la eliminación de los puntos: en 4 o 5 días el cirujano valorará al paciente para retirárselos.

Entre las recomendaciones para el cuidado postoperatorio, se incluye el uso de compresas frías, la aplicación de pomadas o gotas oculares, y la evitación de actividades extenuantes durante un período determinado. A medida que el tiempo avance, la hinchazón disminuirá gradualmente, revelando así los resultados finales del procedimiento.

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