La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola.

La reducción mamaria mediante incisión vertical.
Durante la primera consulta, el cirujano plástico evaluará el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud. Se realizará además una exploración de mamas y en algunos casos se solicitará un estudio mamográfico.

La cirugía y la anestesia
La cirugía de reducción mamaria se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente en el caso del aumento mamario y la mastopexia, y a los 2 ó 3 días en el caso de la reducción.
La cirugía se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación.

Después de la cirugía
La areola es colocada en una posición más adecuada y el exceso de glándula mamaria es eliminado. Las cicatrices son permanentes aunque su aspecto mejorará con el tiempo. Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por su cirujano plástico, aunque las mamas pueden doler un par de semanas; la primera menstruación tras una reducción puede hacer que las mamas se hinchen y duelan. El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que le indique su cirujano. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas.

Tras la reducción puede ser normal tener una disminución de sensación en los pezones; esta situación es generalmente temporal, excepto en algunas reducciones que puede ser definitiva. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas.

Tras una reducción mamaria podrá volver al trabajo en 2 ó 3 semanas, aunque en pocos días podrá hacer vida casi normal.

La reducción mamaria deja cicatrices permanentes y visibles, aunque disimulables bajo el sujetador o el bikini. Los problemas de cicatrización son más frecuentes en fumadores. Algunos pacientes pueden experimentar una disminución parcial, y en ocasiones, total de la sensibilidad del pezón. Tras una reducción puede verse afectada la capacidad de dar de mamar.

Los resultados
Es importante recordar que tras una reducción las cicatrices son importantes y permanentes, aunque su cirujano plástico hará lo posible por que se noten lo menos posible. Con el tiempo, las cicatrices irán notándose menos.

Tras una reducción mamaria pasarán unos meses hasta que sus mamas adquieran el aspecto definitivo; aún así, las mamas cambiarán ante los estímulos hormonales normales, el embarazo o los cambios de peso.

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