La sociedad en la que vivimos tiene un especial aprecio a la belleza física, unos cánones estéticos que varían según la época y que muchos tratan de seguir pauta por pauta.
España está entre los diez países con mayor número de intervenciones estéticas, por delante de países como Australia o Venezuela. En un reciente informe de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) se señala que el 1,3% de las cirugías realizadas en territorio nacional, son hechas a menores de 18 años. Un número que ha crecido respecto a años anteriores y que levanta debate social.
Pese a lo que muchos piensan, a los menores de edad también se les practica cirugías estéticas para mejorar su aspecto solo con fines estéticos. Algunos psicólogos aconsejan corregir pequeños detalles de la anatomía de los pequeños cuando estos suponen un problema a la hora de desenvolverse en sociedad, una práctica que puede escandalizar a muchos pero que crece cada año.
Estas son algunas de las operaciones
Orejas de soplillo (otoplastia): Esta corrección no presenta muchas complicaciones quirúrgicas, por lo que puede realizarse en niños desde los 6 o 7 años. La notoriedad del caso, y el malestar del pequeño es fundamental para tomar esta decisión.
Ginecomastia: Con esta intervención se busca una simetría mamaria no dada en el paciente. La acumulación de materia grasa en una de las mamas puede hacer que muchos menores padezcan problemas de autoaceptación.
Reducción mamaria: Consiste en la reducción de las glándulas mamarias en niños varones. La acumulación de materia grasa en esta zona puede llevar a generar muchos complejos en los chicos, por lo que la operación está autorizada para realizarse durante la adolescencia, preferiblemente después de los 17 años, y solo en los casos de ‘gigantomastia’.
Rinoplastia (Operación de nariz): es aconsejable cuando la forma y aspecto de la nariz es motivo de burla, para lograr que el chico no tenga traumas en la adolescencia.
Mentoplastia-perfiloplastia: se realiza cuando el mentón es demasiado pequeño y el rostro tiene un aspecto que incita a la burla.
Apéndices pre-auriculares: Consiste en prolongaciones de piel que se encuentran por delante de la oreja y que a veces tienen cartílago debajo de la piel. También son un motivo de inseguridad y complejo para los más chicos.
Estas son las intervenciones más frecuentes en menores de edad. Cada día más los padres que quieren consultar con cirujanos el caso de sus hijos, ya que ante casos muy notables el estado psicológico del menor acaba resintiéndose.
En cualquiera de los casos es de vital importancia hablar con los niños y adolescentes y detectar que es ese, y no otro, el problema real.
Las intervenciones quirúrgicas están sujetas a una serie de riesgos, por lo que requieren de la suficiente madurez por parte de los padres, además de partir del consejo médico y psicológico en cada caso.
Fuente: lainformación.com
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