En España se practican unas 400.000 operaciones de cirugía estética al año, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre). De hecho, la Sociedad Española de Medicina Estética (Seme) sitúa a nuestro país como el quinto del mundo donde más intervenciones de este tipo se practican, solo superado por Estados Unidos, Brasil, México y Alemania. La misma entidad apunta a que la demanda ha aumentado entre un 10 y un 15% en los últimos años y que las más practicadas son el aumento de pecho, liposucción y rinoplastia.

Con estos datos sobre la mesa, no cabe duda de que es un mercado en auge y que cada vez más gente está dispuesta a pasar por el quirófano. Y debido a la gran competencia entre las diferentes clínicas estéticas, los costes se han reducido, pero siguen sin ser asequibles para todos.

Aunque depende del establecimiento, los precios, por ejemplo, de un aumento de pecho rondan entre los 4.000 y los 5.000 euros. Por esta razón, muchos pacientes optan por irse al extranjero, especialmente a países de Latinoamérica o Vietnam e India, puesto que estos territorios asiáticos son los más baratos del mundo.

Puede que el tema económico sea uno de los principales obstáculos, pero cabe recordar que en España hay operaciones estéticas que se pueden realizar mediante el sistema de la Seguridad Social. Porque así lo establece el Real Decreto 1030/2006 en casos de sufrir accidentes, enfermedades o malformaciones congénitas.

Un ejemplo de una malformación congénita sería una persona que nace con la nariz torcida y tiene dificultades respiratorias. En este supuesto, el afectado podría acudir a la Seguridad Social para hacerse una rinoplastia. Lo mismo ocurriría con aquellas mujeres que quieran reconstruirse el pecho tras superar un cáncer de mama.

El principal obstáculo de estas intervenciones subvencionadas mediante el sistema público son las listas de espera. Aunque depende de cada comunidad, la franja de tiempo de demora oscila entre los 100 y 250 días, aunque hay comunidades en las que se puede llegar a retrasar hasta 500 días.

Fuente: ABC

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