La exposición solar es la principal causa de envejecimiento cutáneo y, a largo plazo, su exceso puede producir en la piel otro tipo de lesiones más graves, cómo tumores o carcinomas basocelulares o melanoma, especialmente en personas más mayores, por la memoria de la piel.

En cualquiera de los casos, la prevención pasa por evitar la exposición al sol de manera prolongada y en las horas más cálidas del día, realizando una fotoprotección adecuada, con un protector solar de, al menos, factor 30, aunque lo más aconsejable es recurrir al de factor 50.

En este sentido, desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) ha puesto en marcha la campaña #VacacionesNoReparadoraspara concienciar a los ciudadanos sobre la gravedad de algunas de las lesiones que más deben atender los profesionales de Cirugía Plástica Reparadora en verano.


Según la doctora Ainhoa Placer, vocal de Comunicación y Redes Sociales de la Secpre, “el lema de la campaña, Que tus vacaciones NO sean reparadoras, pretende despertar el interés del receptor aprovechando el doble significado de la palabra reparadora, que es sinónimo de descanso y, al mismo tiempo, da nombre a una de las dos vertientes en que se divide la Cirugía Plástica: la Estética y la Reparadora, cubierta esta última mayoritariamente por la sanidad pública. Aboga, así, por unas vacaciones en las que prime el primer significado sobre el segundo”.

Y es que, el tratamiento de este tipo de lesiones, consiste en su extirpación con unos márgenes quirúrgicos de seguridad alrededor de la zona afectada; en ocasiones, como ocurre con el melanoma, la extirpación se acompaña de tratamientos coadyuvantes como la quimioterapia o la radioterapia, coordinándose el cirujano plástico reparador con el oncólogo médico.

Tal y como explica la doctora Ana Jiménez, secretaria general de la Secpre y facultativo especialista del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, “el cirujano plástico realiza una resección del tumor, priorizando siempre el criterio oncológico, pero intentando equilibrarlo con el estético a fin de obtener el mejor resultado para el paciente. Además, es el encargado de abordar el tratamiento de los ganglios linfáticos en caso de que estuvieran afectados”.

 

Fuente: Con Salud

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